Este primer cuatrimestre del año tendrá como Obra invitada una pintura protagonizada por la Virgen de Guadalupe. Se trata de una obra de un anónimo novohispano, realizada entre 1675 y 1680, y procedente de la colección del IX conde de Revilla-Gigedo, que en su día decoró la capilla del Palacio de los Valdés, de advocación guadalupana, en la ciudad de Gijón.
La imagen de la Virgen de Guadalupe, conocida también como Guadalupana, pertenece a un modelo iconográfico flamenco-alemán que ya se encuentra en el medievo. Representa a la Virgen coronada, rodeada de una mandorla de luz y parada sobre una luna creciente. Una iconografía ya presente en el Museo pero que ahora se enriquece con este excelente ejemplo.
Este nuevo programa de La Obra invitada se enriquece, en esta ocasión, con tres pinturas más. En primer lugar, una Vista de Gijón con el Palacio Valdés (hacia 1700) de gran importancia documental. En él aparece representado el Cerro de Santa Catalina con todas las edificaciones que existían en el Gijón del siglo XVII, es decir, el palacio de los Valdés, la iglesia de San Pedro e, incluso, las murallas. Una vista inédita hasta ahora y repleta de interés.
En segundo lugar, el museo asturiano expone dos Retratos póstumos de cuerpo entero del matrimonio de nobles asturianos formado por don Fernando de Valdés Tobar y doña Luisa de Valdés y Miranda (ambos datados hacia 1757), el primero de ellos propiedad de Dña. Carmen Armada, hermana del IX conde de Revilla-Gigedo. La presencia de ambos retratos explica la promoción de la capilla del citado Palacio Valdés, espacio en donde, con el paso del tiempo quedó instalada la imagen mariana que hoy protagoniza este programa.
La muestra se completa con dos fotografías, procedentes del Archivo del IX conde de Revilla-Gigedo.
El conjunto podrá disfrutarse desde el 23 de febrero hasta el 21 de mayo en la sala 4 del Palacio de Velarde.