Bookcrossing con motivo del Día del Libro

El día 21 de abril 60 bibliotecas de museos y centros de arte y cultura inundarán las ciudades de libros con motivo de la celebración del Día Internacional del Libro.

Dichos centros se unen en una experiencia de bookcrossing en la que liberarán libros relacionados con diferentes disciplinas.

Por noveno año consecutivo (quinto en el que participa el Museo de Bellas Artes de Asturias) un total de 60 museos y centros de arte compartirán el próximo 21 de abril, con motivo del Día Internacional del Libro, una experiencia de bookcrossing o campaña de liberación de libros, con la pretensión de inundar las ciudades con volúmenes procedentes de la bolsa de duplicados de sus respectivas bibliotecas. Los participantes han previsto poner en circulación estos libros con la intención de que quienes los recojan, disfruten de su lectura y vuelvan a liberarlos en otro punto distinto del mundo. Todos los libros liberados estarán acreditados con sus correspondientes etiquetas, contendrán las instrucciones necesarias para facilitar al lector su participación en la campaña y estarán registrados en la página web http://www.bookcrossing.com/mybookshelf, donde los lectores podrán indicar el lugar donde liberarán cada ejemplar. El objetivo de esta iniciativa es sumar a las bibliotecas de los museos en el esfuerzo para el fomento de la lectura y, más en concreto, en la difusión del conocimiento de las distintas disciplinas culturales.

Desde su aparición a nivel internacional en 2001, el bookcrossing no ha hecho sino multiplicar el número de participantes en este tipo de iniciativas. El bookcrossing se define como un «club de libros global», regido por tres sencillas reglas, conocidas como las tres erres, es decir, read (lee), register (registra), release (libera). Los libros se liberan normalmente en lugares públicos y de tránsito de personas, desde la Universidad a los medios de transporte o polideportivos, y si cada usuario sigue estas sencillas instrucciones es fácil conocer, a través de la página web de bookcrossing, el trayecto realizado por un libro desde su punto de origen al de recogida. El bookcrossing permite no solo compartir e intercambiar gratuitamente libros sino también seguir la pista de cualquiera de ellos una vez que ha sido liberado, así como saber quién lo ha leído y en qué lugar. Cualquier persona puede participar en esta experiencia, no solo recogiendo libros sino también poniendo en circulación otros de su propiedad, registrándolos en la página web de bookcrossing y liberándolos después en un lugar público.

Todos los libros liberados contienen cuatro pegatinas. La primera de ellas, en el lomo, es el símbolo internacional del bookcrossing, el dibujo de un libro con brazos y piernas en situación de correr, personalizado para esta ocasión con el logotipo de cada centro o museo. Un texto aclara que se trata de un libro bookcrossing. La segunda etiqueta va colocada sobre la cubierta del libro y en ella se dan más detalles: «pásale este libro a alguien o déjalo libre en su aventura» y «no me he perdido, soy parte de un club de libros global», al tiempo que remite a más detalles en el interior del libro.

Una vez dentro, la tercera pegatina instruye a la persona que ha recogido el libro sobre el objeto de la liberación de libros y sobre la conveniencia de participar en esta experiencia internacional a través de la página oficial del proyecto, que permite conocer dónde ha estado la publicación y quién la ha leído, así como incorporar al nuevo lector a su diario de viaje. Además, en la cuarta pegatina el lector puede escribir su nombre y el lugar donde encontró el libro.

De este modo, el día 21 de abril cualquier persona podrá seguir estos pasos con alguno de los libros que se van a liberar en distintos puntos de cada una de las ciudades participantes, al tiempo que podrá no solo recoger libros sino también poner en circulación otros de su propiedad, registrándolos en la página web de bookcrossing y liberándolos después en un lugar público, e incluso podrá compartir su descubrimiento o liberación a través de Twitter con los hashtags #DíadelLibro y #BookcrossingMuseos. En concreto, en Asturias las ciudades de Oviedo y Gijón se poblarán con estos libros procedentes de los principales centros de la región: el Muséu del Pueblu d’Asturies, el Museo Casa Natal de Jovellanos y Museos Arqueológicos de Gijón, así como el Arqueológico y el Bellas Artes de Asturias.

El objetivo de esta iniciativa es recordar el importante papel que las bibliotecas de museos, desarrollan en la documentación, investigación y difusión de las colecciones, al mismo tiempo que se fomenta la lectura.

Museos y centros participantes

Biblioteca – Centre de Documentació del Museu Valencià d’Etnologia; Biblioteca – Centro de Documentación. MUSAC, Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León; Biblioteca de la UNED; Biblioteca del IVAM; Biblioteca del Museo de Zamora; Biblioteca del Museo l’Iber; Biblioteca del Museu de Belles Arts de València; Biblioteca do Museo das Peregrinacións e de Santiago; Biblioteca do Museo Galego da Marioneta; Biblioteca Jacques Dupin-Fundació Joan Miró; Biblioteca. Museo Etnolóxico. Ribadavia-Ourense; Biblioteca y Centro de Documentación. Artium, Centro-Museo Vasco de Arte Contemporáneo (Vitoria-Gasteiz); Bilboko Arte Ederren Museoa_Museo de Bellas Artes de Bilbao; Casa de Colón; La Casona de Tudanca; CCCB, Centre de Cultura contemporània de Barcelona; CENDEAC, Centro de Documentación y Estudios Avanzados de Arte Contemporáneo; Centre d’art la Panera, Lleida; Centre de Documentació i Museu de les Arts Escèniques de l’Institut del Teatre; Centre Documentació Cultura Popular (DGCPAAC-Gencat); Centro Atlántico de Arte Moderno, CAAM; Centro de Arte Caja de Burgos (CAB); Centro de Arte La Regenta; Centro de Documentación de las Artes Escénicas de Andalucía (Sevilla); Centro de Estudios y Documentación MACBA; CGAC Centro Galego de Arte Contemporánea; CRAI Belles Arts. Universitat de Barcelona; Dokumentazio Zentroa / Centro de Documentación / Documentation Centre / Centro Cultural Montehermoso Kulturunea (Vitoria-Gasteiz); Es Baluard Museu d’Art Modern i Contemporani de Palma; Fundació Antoni Tàpies; Fundación Eugenio Granell; MACA. Museo de Arte Contemporáneo de Alicante; MACVAC, Museu d’Art Contemporani “Vicente Aguilera Cerni” de Vilafamés; MARCO, Museo de Arte Contemporánea de Vigo; MMC Museo Marítimo del Cantábrico; Museo Arqueológico de Asturias; Museo Art Nouveau y Art Déco – Casa Lis (Salamanca); Museo Casa Natal de Jovellanos; Museo de Belas Artes da Coruña; Museo de Bellas Artes de Asturias; Museo de la Naturaleza de Cantabria. MNAT; Museo de Navarra. Pamplona; Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (MUPAC); Museo de Valladolid; Museo del Carlismo – Karlismoaren Museoa; Museo del Ejército; Museo del Ferrocarril de Madrid; Museo del Gas de la Fundación Gas Natural Fenosa; Museo del Traje; Museo Etnográfico de Cantabria; Museo Etnográfico de Castilla y León; Museo Etnológico de Navarra “Julio Caro Baroja”- “Julio Caro Baroja” Nafarroako Museo Etnologikoa; Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía; Museo Nacional de Antropología; Museo Nicanor Piñole; Museos Arqueológicos de Gijón; Museu de Prehistòria de Valéncia; Muséu del Pueblu d’Asturies; Museu Etnològic de Bacelona-Museu de Cultures del Món; Ubik, Tabakalerako sorkuntza liburutegia / Ubik, biblioteca de creación de Tabakalera / Ubik, Tabakalera’s creation library.

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Libro liberado por el Museo en 2016

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Libro liberado por el Museo en 2016

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Libro liberado por el Museo en 2016

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Libro liberado por el Museo en 2016

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Libro liberado por el Museo en 2016

Juan Vallaure. Arquitecto moderno

La década de 1950 supuso un tiempo esperanzador para muchos de los arquitectos nacidos a principios del pasado siglo XX. Fue un momento de ruptura, renovación y puesta al día que afectó de lleno al panorama edilicio de entonces y que para Asturias supuso una verdadera edad de oro. Así la muestra nuestra actual exposición temporal Una edad de oro: Arquitectura en Asturias 1950-1965, en la que se incluye uno de los arquitectos más diligentes y respetados del momento: Juan Vallaure Fernández-Peña.

En el año 2008 la familia del arquitecto depositaba en el Museo de Bellas de Asturias su archivo personal. Desde entonces ha permanecido en él siendo objeto de diferentes consultas y estudios que, progresivamente, han ido arrojando un poco de luz sobre una de las personalidades arquitectónicas más interesantes del panorama asturiano. Pero ¿quién era Juan Vallaure Fernández-Peña?

Juan Vallaure nació en 1910 en Oviedo, ciudad en la que vivió el grueso de su vida y en la que dejó un legado pétreo extraordinario que es hoy, sin duda, uno de los grandes reclamos arquitectónicos de la Asturias moderna de mediados del siglo XX. En este sentido, a lo largo de las décadas centrales de la pasada centuria, Juan Vallaure gozó de su mayor esplendor profesional llevando a cabo un elevado número de inmuebles residenciales en las principales ciudades de la provincia así como una cuantiosa cantidad de intervenciones comerciales, hosteleras y de ocio que dieron fama y prestigio a su persona. Algo que, por otro lado, no fue casual ni baladí sino la merecida consecuencia de su severa entrega a la profesión y, como no, de su apuesta por una modernidad arquitectónica que representase el momento vital de una sociedad y cultura concretas. Sin embargo, no toda la obra de Vallaure responde a estos preceptos modernos, tan aclamados y reformadores por otro lado, sino que éstos suponen la consecución de su propio recorrido, de ahí lo interesante de su apuesta.

Tras finalizar sus estudios en Madrid en 1940, Vallaure regresó a su tierra natal donde comenzó su aventura profesional trabajando en el Dirección General de Arquitectura desde la Dirección de Regiones Devastadas. Allí llevaría a cabo distintas reconstrucciones, principalmente de templos eclesiásticos, así como obras de nueva planta tan conocidas como el edificio para el Gobierno Militar ubicado en la ovetense plaza de España. Junto a este tipo de intervenciones, Juan Vallaure también acometió sus primeros encargos particulares. En ellos quedaría reflejado un estilo de corte clásico y gran sencillez, totalmente austero y contenido y que vemos muy bien reflejado en inmuebles de la capital asturiana como el emplazado en la calle Cabo Noval, número 7 (1948) o el situado en la calle Cervantes número 12, proyectado un año después.

Estas obras supusieron el preludio a toda una mutación estilística que el arquitecto llevó a cabo a partir de la década de 1950 y que coincidió con el buen hacer de todo un grupo de profesionales, conocido con el tiempo como la generación de 1939, y que hicieron de Asturias una de las provincias que más fuerte apostó por la modernidad en el discurso urbanístico que configuró sus ciudades.

Fue concretamente el año de 1952 cuando Juan Vallaure marcaba un hito dentro de su carrera. Por entonces el arquitecto proyectaba una de las edificaciones más decisivas de su trayectoria: un edificio de viviendas en el número 10 de la calle Melquiades Álvarez (Oviedo) y que debemos entender como el puente que marcó el inicio hacia una anhelada modernidad. Una obra que sirvió de transición a un continuar totalmente diferente a lo proyectado hasta entonces y que, como no, se entregó de lleno al hacer moderno.

1952 — en Melquiades Álvarez 10, Oviedo

A partir de entonces fueron muchos los grandes ejemplos que a este respecto debemos señalar. Desde locales de ocio como el Kopa Club (1959) o el ya desaparecido Cine Ayala (1954), hasta edificios tan vanguardistas y valientes como los emplazados en la calle Argüelles (números 7-9) concebido en 1957, el ubicado en Uría esquina Gil de Jaz (1957) o el mítico y colorista proyectado en Alcalde García Conde, número 5 (1960).

Todos ellos muestran el lado más fresco y arriesgado del arquitecto asturiano poniendo al descubierto su mayor apuesta y evidenciando, por lo tanto, su gran victoria. Por todos ellos, a día de hoy se considera a Juan Vallaure como uno de los arquitectos más importantes y decisivos en el devenir de la arquitectura asturiana de mediados de la pasada centuria. Un arquitecto que, en definitiva, debemos situar dentro de esa generación de profesionales que apostaron por romper con la línea historicista impuesta por el régimen tras la contienda civil en favor una modernidad llena de optimismo y color. Aportaciones que trajeron una frescura totalmente necesaria a una Asturias que si no se hubiera mantenido gris y estática ante los cambios que la sociedad comenzaba y reclamaba experimentar.