(Vista general de la calle de Los Telares, Avilés)
En el año 2002 ingresó en el Museo de Bellas Artes de Asturias un lote de 1.650 negativos placas de vidrio monocromáticos, autoría de Manuel García Alonso (Lugo de Llanera, 1882 – Avilés, 1956) y perteneciente a tres generaciones de fotógrafos asturianos, iniciada por Ramón García Duarte y finalizada por José Antonio García Sánchez Alonso.
Conocido popularmente como Manolín Duarte, su formación profesional la recibe de mano de su tío en el tiempo que estuvo en su estudio avilesino. En 1900 tenía un estudio en la calle Parque del Retiro que, en 1922, sufrirá un incendio. Sin embargo, por entonces se estaba trasladando a la calle Emile Robin. Este estudio se mantuvo como sede principal tras la apertura de uno nuevo en la calle de La Cámara, escogido seguramente por ser zona comercial más próxima al Ayuntamiento.
Manuel García Alonso destacó por la realización de retratos de estudio con una ejecución que recuerda a los trabajos de Ramón García Duarte por su calidad y modernidad. También heredó sus dotes para hacer retoques pictóricos. En sus anuncios, insertos en la revista avilesina El Bollo, destaca que en sus talleres se hacen “oleografías”.
Sin embargo, junto a este tipo de trabajos de estudio, Alonso recorrió las calles de Avilés, con cámara y trípode a las espaldas, dejando constancia de los hechos locales y de los paisajes de la villa marinera. En este sentido, realizó amplias panorámicas de enorme calidad, vistas aéreas y generales en un juego de superposición de placas con excelentes resultados.
Colaboró como corresponsal y reportero gráfico de publicaciones regionales como La Voz de Avilés; locales, como la revista El Bollo; también nacionales con ejemplos como La Esfera, Nuevo Mundo ó Blanco y Negro; así como con la revista de la emigración Asturias.
Apadrinó a otros fotógrafos, literalmente a Valentín Vega, quien admiraba de Alonso el dominio técnico, el uso de la luz y el trabajo artístico. Tuvo numerosos aprendices, uno ellos Alfredo Mocha, a quienes enseñó a retocar las placas fotográficas con tinta china, pastillas, pincel y una cuchilla de afeitar.
En las décadas de 1920 y 1930 realizó encargos para la Real Compañía Asturiana de Minas del Carbón, establecida en Arnao (Salinas), precedente de los trabajos que más tarde llevaría a cabo para Cristalería Española y Ensidesa.
Tras la Guerra Civil se estableció por parte de las autoridades la obligatoriedad de identificación a través de un carnet con imagen. A este respecto, la demanda en los estudios se multiplicó, y Alonso se vio obligado a dar cita previa para hacer fotos en sus estudios. En el de Avilés, en la calle de Generalísimo Franco (actual calle de La Cámara) y en el nuevo que crea en Oviedo, en la calle Fruela, al igual que hiciera su mentor a principios de siglo.
En 1950 comenzó el que sería su último encargo, retratar el nacimiento de Ensidesa, los cambios en la ría, el crecimiento de sus instalaciones y la construcción de los poblados para sus trabajadores.
En octubre de 1956 está fechada la última placa que se conserva en el museo, lo que indica que trabajó hasta su fallecimiento, el 7 de noviembre de 1956, en su domicilio de Avilés. Siguiendo la tradición familiar serán sus sobrinos, Fermín y José Antonio, los que hereden los estudios, y cierren la dinastía iniciada por Duarte.
Esta placa negativa positivada, nos muestra un grupo de trabajadores en el interior, probablemente, del horno de Asturiana S.A (Siasa), en Avilés, celebrando la inauguración de la fábrica en 1955.
En la parte inferior podemos observar los diferentes retoques sustractivos, realizados con un objeto punzante sobre el barniz y que permiten eliminar los elementos que no interesaba reproducir.
En el otro negativo plástico positivado vemos la imagen completa sin los retoques.