Publicado el 31 de mayo de 2016
Os presentamos las obras del mes de mayo seleccionadas por expertos del Museo de Bellas Artes de Asturias.
Esta delicada acuarela, fue realizada hacia 1850 por Egron Shellif Lundgren (1815-1875), uno de los artistas románticos más importantes de Suecia.
Lundgren se formó en la Escuela de Bellas Artes de Estocolmo, su ciudad natal, y posteriormente en París y Roma. Desde Italia viajó a España, donde realizaría una parte muy significativa de su obra, con un estilo más libre y temáticas inspiradas en el ambiente sevillano de la época.
Buen ejemplo de este periodo es esta acuarela, adquirida por el Museo en 2009. En ella se representa el ambiente popular andaluz a través de multitud de personajes que pueblan un patio sevillano. Ejecutada con colores muy pálidos y una suave pincelada, destaca también el carácter idealizado y la refinada estilización de los personajes. La columna del patio está rematada en un capitel árabe, minuciosamente representado, un toque excepcional y exótico para cualquier viajero romántico extranjero por España.
Una de las piezas que más impresionan al visitante que inicia su recorrido por el Palacio de Velarde, fotografiada en este caso por Marcos Morilla, es el Retablo de Santa Marina, realizado por el Maestro de Palanquinos (¿Pedro de Mayorga?) hacia 1500.
Puedes conocer más sobre esta obra en la sección Obras Maestras de nuestra web.
Esta fotografía, realizada durante el primer viaje de Charles Clifford (1819-1863) en 1854 a Asturias, es considerada como una de las obras maestras del fotógrafo inglés, activo en España desde 1850. En ella confluyen la intención objetiva y documental con la fascinación romántica, recreando el monumento con un efecto de inmaterialidad y misteriosa atmósfera lumínica que contribuye a la difuminación de las formas y los volúmenes.
Dibujo realizado hacia 1874-1875 por Robert Bartholomäus Carl Frassinelli, más conocido como Roberto Frassinelli, “el alemán de Corao”.
Desde los años setenta y hasta la muerte del obispo Benito Sanz y Forés (1882), Roberto Frassinelli se dedicó casi exclusivamente a trabajar en Covadonga, primero proyectando y realizando el Camarín de la Cueva y la Capilla del Campo del Collado y posteriormente centrándose en la Basílica. En este dibujo del interior de la cueva se puede ver, de hecho, el camarín diseñado por él al fondo, así como varias figuras devocionales en el interior del espacio. Este dibujo, junto con otros sobre Covadonga realizados por Frassinelli, forman parte de una serie que proyectaba editar como estampas el Cabildo.
Contamos con esta obra de Pedro Pablo Rubens (1577-1640) en el Museo de Bellas Artes de Asturias como depósito del Museo Nacional del Prado.
Eolo, pintada a principios del siglo XVII, formaba parte de una serie dedicada a los cuatro elementos a la que también pertenecía Vulcano, representación del fuego. Eolo aparece suspendido en el aire, rodeado de aves, mientras participa con su mano alzada y brazo elevado en la aparición del aire.
Podéis visitar la obra virtualmente en la web del Museo del Prado: www.museodelprado.es/eolo
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