Fecha de ejecución:
h. 1490
Técnica:
Óleo sobre tabla
Medidas:
147 x 92 cm
Procedencia:
Colección Pedro Masaveu
Es probable que esta tabla fuera realizada para formar parte de un retablo de temática mariana; una imagen triunfante de María, a la que Berruguete situó, siguiendo tradiciones medievales hispano-flamencas, sobre un fondo dorado que simboliza el Cielo. El pintor hizo uso frecuente del pan de oro para enfatizar el espacio sacro que ocupa la Virgen, a veces conformando ricos cordobanes, damasquinados o brocados. Estos últimos se incluyen igualmente en la vestimenta, como es el caso de la túnica de cardos y piñas que lleva María, una figura de alargadas proporciones, prolongadas por la disposición de la túnica y el manto azul, arrebujado sobre el creciente lunar. Éste es sostenido por tres de los ángeles que rodean, asisten y coronan a la Virgen bajo la bendición de Dios Padre. Dos de ellos visten capas pluviales, prenda solemne para sacerdotes y diáconos que también es frecuente en la representación de los arcángeles.
La interpretación del asunto representado es compleja, porque presenta aspectos que se corresponden con la imagen característica de la Inmaculada Concepción, tales como la expresión humilde y de aceptación (los ojos bajos y las manos orantes) y la presentación con el cabello suelto. Se sitúa además en el espacio celestial, rodeada de ángeles y colocada sobre el creciente lunar con los cuernos hacia arriba; elemento que se hará consustancial con el tema de la Inmaculada en el segundo cuarto del siglo XVI. Por lo demás, podría corresponderse también con la Asunción, escena en que aparecen los ángeles ayudando en la ascensión mariana. Suele complementarse con la coronación de María por parte de Dios Padre, a veces ayudado por ángeles o por Cristo.
Estamos por lo tanto ante una representación de significado múltiple o complejo, a la par de otras composiciones que en la segunda mitad del siglo XVI comenzarán a fijar su entidad iconográfica al tiempo que se entremezclarán como imágenes de exaltación mariana: Asunción, Inmaculada y la Coronación. Esta tabla es por tanto una composición peculiar que Berruguete debió de realizar tal vez hacia 1490, según propuesta de Pilar Silva, especialista en el pintor. Los paralelismos con otras obras del pintor palentino probarían esa cronología que lo destacan como un artista de depurado dibujo, capaz de resolver los diferentes escorzos de los ángeles y desarrollar una equilibrada composición y un depurado y sutil cromatismo.